viernes, 16 de octubre de 2009

Argentina ya no es la misma

Maradona es uno de los jugadores de fútbol más grandes de todos los tiempos, pero resulta un fiasco como director de la selección. Aún con importantes figuras del fútbol mundial, lleva al descalabro la selección de su país.

Realmente Argentina no se merece el bochorno que está pasando, porque es un equipo con muchos seguidores, y una de las esperanzas de llegar a la final de la Copa Mundial, junto con Brasil. Jugarse la clasificación con Diego Armando Maradona al frente, sólo por haber sido un gran jugador, y el mejor en su momento, no es mérito suficiente. Las eliminatorias y el campeonato mundial mismo obliga a conjugar el conocimiento y la habilidad de los jugadores, con la experiencia, el saber y la estrategia del seleccionador o técnico de las selecciones nacionales. Argentina tiene excelentes jugadores, pero no se puede decir lo mismo del actual timonel. Clasificó agónicamente de manera directa, pero está muy lejos de lo grande que ha sido y de todo lo que puede dar. Ya clasificada, la selección debe replantearse la permanencia de su actual técnico.

No traigo a menos a Maradona, pero, tampoco, me animo a ser maradoniano ni a pasar por ciego ante lo que veo. Dentro de la cancha reconozco sus méritos, aunque no lo considero el más grande; fuera de ella, es un desastre. Sólo veamos su trayectoria comparada con otros tres grandes: Pelé, Beckenbauer, y Platini. Todos grandes, Maradona entre ellos, pero los otros le superan fuera del campo, en respeto, logros, y actitud de vida personal. De los cuatro, Franz Beckenbauer fue el único que tuvo una exitosa carrera como técnico alcanzando, incluso, el campeonato mundial de fútbol con la selección de su país, precisamente, ante Argentina, en 1990. Los otros dos optaron por rechazar la dirección de sus selecciones nacionales, porque conocían sus limitaciones, y prefirieron seguir vinculados al fútbol mundial de otra manera. Aunque Platini lo intentó por poco tiempo en 1988.

Yo sé que mencionar el fracaso de Maradona como técnico es tema delicado, porque toca sentimientos profundos entre sus seguidores, pero la realidad está a la vista. Con Maradona, Argentina tropieza y no da seguridad. Lástima, porque Messi, Higuaín, Gago, Heinze, y otras grandes figuras de ese país se merecen más de lo que reciben actualmente. Los jugadores son buenos y están a la altura, su técnico no.

Maradona como jugador fue bueno, y hasta allí debemos dejarlo. No resultó como técnico en el equipo de segunda que dirigió en Argentina. No resulta bueno con la absoluta. Su ego parecer ser opuestamente proporcional a su estatura, y busca culpar a otros de sus errores e incapacidad, por lo que le resulta difícil dejar el cargo. Respondió a una crítica de Pelé diciendo que él había jugado en Europa y el otro no. Respuesta simplona, sin duda. Además de sus méritos, le fue fácil seguir jugando en Europa porque se hizo español. Antes de responder con esa tontería, al menos debe recordar que en los tiempos de Pelé poco aceptaban a los jugadores extranjeros. Sin embargo, los títulos de Pelé con su equipo brasileño son dignos de reconocer, incluidas las copas intercontinentales. Es un triunfo latinoamericano, como lo han sido los 5 campeonatos brasileños, y los dos de Uruguay y Argentina. Otra respuesta más apropiada habría sido mejor.

Sólo a modo de referencia estadística, Pelé jugó 1366 partidos en su carrera, y marcó 1282 goles, para un promedio de 0.94. Maradona, en partidos y goles, llega a la mitad de “O Rei”. En Europa, el promedio de goles de Maradona rondó 0.50, salvo en el Barcelona en 1982-1984 que fue un poco mejor: 0.65 y en Argentina de 0.69. Nunca superó el 70% como goleador. Decir más, sobra.

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